viernes, 1 de abril de 2011

25.03 El epílogo


Bitácora de la sesión del 31 de marzo
Por: Heriberto Rubio

La peroración o epílogo está compuesta por dos partes: la recapitulación de las pruebas y el movimiento de los afectos. Aquélla será breve y variada por figuras; consiste en dar un nuevo peso a lo que ya hemos dicho, para evitar la repetición de argumentos. Del movimiento de los afectos, la compasión puede favorecer al defendido, mientras que al acusado perjudica el desprecio. Debe evitarse hacer llorar si no se cuenta con la destreza para conseguirlo, ya que podría caerse en lo contrario y suscitar la risa, desvaneciendo de ese modo todo lo que se haya logrado antes en el discurso.

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