domingo, 30 de enero de 2011

28.01 Tipos de cuestiones

Resumen de Farith
Definir si la retórica es buena o mala se ha convertido para muchos en un hecho polémico, ya que defender la libertad de expresión se ha quedado incluso en una mera ley sin pasar a la práctica. A través de la historia muchos han sido callados, exiliados, encarcelados e incluso asesinados por practicar dicho arte. Parecería que la retórica es como una espada de doble filo, pero no es esta la que mata, sino es quien tiene en sus manos la espada. El fin último del uso de la retórica determinará la respuesta de la cuestión planteada, pero hay algo que debe quedar claro, que por sí solo dicha arte no tiene valor moral sino una influencia social, incluso personal.
Desde pequeños usamos formas de convencimiento, el berrinche, el chantaje, el juego de sentimientos, etc., todo lo hacíamos por conseguir aquello que nos propuníamos. Es así que el arte de la retórica empieza a gestarse desde muy pequeños, , posteriormente al tener contacto con personas ajenas a nuestra familia, pasamos a convencer o a ser convencidos, aunque a la mayoría le gusta ser del primer bando, cada quien tiene su “verdad y la defenderá.
El núcleo de un discurso es la cuestión, que es de dos formas, a la primera la llamaremos general o infinita, los griegos la nominarán “tesis”, está caracterizada por ser indiscriminada y como su nombre lo dice habla de generalidades. A la segunda la llamaremos particular o finita.  En la antigua Grecia la denominaron “Hipótesis” y es antagonista de la anterior, ya que mientras la otra trata temas generales, esta menciona el qué, quién, dónde, cuándo, etc., se centrará en hablar de algo o alguien en específico.

1 comentario:

  1. Nota sobre el "error" en la atribución de quien elaboró el resumen: tengo muchas virtudes, pero la adivinación no es una de ellas. ¿Cómo se supone que sabría que el autor era "Farith" cuando 1) el mensaje no estaba firmado y 2) el remitente era "Juan Alfredo Pérez Agustín"?

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